«Al compartir sus conocimientos, el experto crea un valor añadido»

Hay pasiones que nacen muy temprano. Al terminar sus estudios en ciencia e ingeniería de materiales, Véronique decidió especializarse en los procesos especiales aplicados a la aeronáutica. «A diferencia de los procesos de fabricación convencionales, los procesos especiales aportan mejoras o propiedades específicas a los materiales, como la resistencia a la fricción o a la corrosión, explica. También tienen la particularidad de no poder verificarse mediante una prueba a posteriori sin dañar la pieza. Por eso, los controles deben llevarse a cabo a lo largo del proceso, lo que hace que la implementación sea compleja.»

 

UNA CARRERA MUY RICA

 

Véronique se incorporó a Safran Landing Systems, especialista en sistemas de aterrizaje, en 1987 y trabajó como ingeniera de investigación antes de dirigir la industrialización de un proceso de tratamiento de superficies. «Luego me propusieron que creara el departamento de Control de Calidad de Materiales y Procesos Especiales, que en la actualidad cuenta con unos cincuenta empleados, recuerda.»

 

Véronique se unió a la comunidad de expertos de Safran⁽¹⁾ en 2009. «No estaba en mis planes entrar en esa red, que todavía era nueva, reconoce. Sin embargo, al conversar con el director de Calidad de aquel momento, me di cuenta de que había adquirido conocimientos en el terreno que eran poco comunes y que podía ponerlos al servicio del Grupo si me convertía en experta.» Hoy en día, Véronique es experta emérita en procesos especiales de tratamientos de superficies y en ingeniería de fabricación y ensamblaje. «Formar parte de la red de expertos implica el reconocimiento de un saber técnico especializado, pero también de una comprensión global del tema que solo puede obtenerse a lo largo de un recorrido muy rico, explica.»

 

DIFUNDIR SUS CONOCIMIENTOS

 

Como experta emérita, Véronique se dedica en la actualidad a dos grandes proyectos: la sustitución de algunos procesos especiales para aplicar el reglamento europeo REACH⁽²⁾ y el control de los riesgos relacionados con los tratamientos de superficies.

 

Un tercer eje de trabajo estructura su rutina diaria: la transferencia de conocimientos y competencias. «Allí radica el valor añadido del experto, opina Véronique. Superviso a los pasantes, a los aprendices y a los nuevos empleados de Safran Landing Systems, formo a los auditores del Grupo… También creé un MOOC sobre los procesos especiales. Además, intervengo en eventos externos para contribuir a la visibilidad de Safran.» Por último, como todo experto debe seguir desarrollando sus conocimientos, Véronique mantiene un diálogo constante con sus pares dentro del Grupo y visita con frecuencia los centros de producción de las empresas del Grupo y de sus proveedores. «Me encanta estar en el terreno, en contacto con los procesos, los materiales y los equipos, señala. ¡Mantener la curiosidad y la apertura también es parte del papel del experto!»

 

 

ATREVERSE A LA AVENTURA DE INTEGRAR LA RED DE EXPERTOS

 

Véronique es una directora consagrada y se dedica a diario a ayudar a sus empleados a desarrollar sus competencias y —¿por qué no?— a convertirse también en expertos. «En Safran, tenemos la suerte de contar con una red bien organizada y reconocida. Quienes sientan pasión por la técnica no deben dudar en considerar la posibilidad de integrar la red de expertos, siempre y cuando reflexionen detenidamente acerca de su trayectoria profesional, la organicen y desarrollen su red interna y externa. Pueden lograrse estupendas trayectorias profesionales, sobre todo en el caso de las mujeres, que a veces se ponen demasiados frenos. Formar parte de la red de expertos es una hermosa aventura que hay que atreverse a emprender. ¡Siempre estoy disponible para orientar a los jóvenes expertos en sus primeros pasos!»

 

 

 

 (1) La red de expertos de Safran se creó en 2005 para complementar las iniciativas de cada empresa y tiene dos niveles: experto sénior y experto emérito.

 (2) Reglamento europeo que entró en vigor en 2007 y que obliga al sector industrial a utilizar sustancias químicas que no puedan tener efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente.